Al menos 24 personas murieron el domingo en El Cairo cuando cristianos, algunos llevando cruces e imágenes de Jesús, se enfrentaron con la policía militar, en el último brote sectario de un país que sufre una gran inestabilidad política.
Los cristianos, que protestaban contra el ataque a una iglesia, dijeron que estaban marchando pacíficamente cuando fueron atacados por matones y luego por la policía militar.
Más de cuatro vehículos fueron incendiados y la televisión mostró imágenes de camiones llevando efectivos del Ejército a toda velocidad hacia donde estaban los manifestantes.
En Internet comenzaron a circular fotografías y videos de cadáveres con los rostros aplastados por el paso de los camiones militares, lo que generó iracundos comentarios que comparaban la violencia usada por el Ejército con la que mostró la policía contra los manifestantes durante el levantamiento que derrocó en febrero a Mubarak.
"Lo que pasó hoy no tiene precedentes. Diecisiete cuerpos fueron aplastados por los camiones militares", dijo el activista de derechos humanos Hosam Bahgat desde el hospital al que habían trasladado los cadáveres.
Los manifestantes lanzaron piedras y bombas molotov e incendiaron autos, mientras el aire estaba viciado por un humo espeso como consecuencia de una de los hechos más violentos en el país tras la caída de Mubarak en febrero.
Cientos de personas lucharon con palos en un puente de El Cairo. Las protestas se extendieron luego a la céntrica plaza de Tahrir, punto central del levantamiento de febrero, cuando musulmanes se unieron a las protestas.
TOQUE DE QUEDA
Un testigo de Reuters dijo que el Ejército había llegó al lugar y sus efectivos golpearon a algunos manifestantes con sus bastones. La televisión estatal anunció un toque de queda hasta las 07.00 horas del lunes en Tahir, los suburbios de la capital y los caminos que llevan a la plaza.
La televisión estatal y otras fuentes dijeron que 150 personas resultaron heridas, sin decir cuántas de ellas eran manifestantes. En un primer momento se informó que tres de los muertos eran soldados.
Médicos y fuentes de seguridad dijeron a Reuters que al menos 19 personas murieron.
Las tensiones entre cristianos y musulmanes han aumentado desde el levantamiento de febrero. El último episodio de violencia se produce a semanas de las elecciones parlamentarias del 28 de noviembre, la primera votación de este tipo desde que Mubarak fue derrocado.
El Gobierno de Egipto ha apelado a la calma. El primer ministro Essam Sharif dijo que había contactado a autoridades de seguridad y de la iglesia para contener la situación.
"Los únicos beneficiarios de estos hechos y actos de violencia son los enemigos de la revolución de enero y los enemigos del pueblo egipcio, tanto musulmanes como cristianos", dijo en su página de Facebook.
Los cristianos, que representan el 10 por ciento de los cerca de 80 millones de habitantes de Egipto, salieron a las calles después de culpar a los musulmanes radicales por la demolición parcial de una iglesia en la provincia de Aswan la semana pasada.
También exigieron la destitución del gobernador de la provincia por no haber protegido el edificio.
D. Zayed y P. Werr
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