Salmos 138:8
8 Jehová cumplirá por mí: Tu misericordia, oh Jehová, es
para siempre; No dejarás la obra de tus manos.
Aquél que ha comenzado la obra en mi alma la perfeccionará.
Todo lo que me concierne, interesa también al Señor. Todo lo que es bueno, aun
cuando no sea perfecto, será por Dios vigilado, guardado y realizado. Tal es
nuestro consuelo.
Por mí mismo no podría yo terminar la obra de la gracia. Mis
culpas cotidianas lo demuestran suficientemente, y si hasta el momento he
perseverado es porque el Señor me ha socorrido. Si me abandonara un solo
instante, de nada me valdría mi pasada experiencia, y sucumbiría en el camino.
Pero el Señor perfeccionará mi fe, mi amor, mi carácter y el trabajo de mi
vida.
Él seguirá bendiciéndome. Y lo hará ciertamente porque ha
comenzado en mí esta obra. De su mano me viene el interés que pongo en mi
perfeccionamiento, y, en cierta medida, ha cumplido mis anhelos. Nunca puede
dejar una obra incompleta, porque esto ni sería propio de Él, ni redundaría en
gloria suya. Él conoce la manera de realizar los designios de su gracia, y aunque
mi torcida naturaleza, el mundo y Satanás conspiran para detener su obra, yo
nunca dudaré de su promesa. Ciertamente cumplirá por mí y yo le alabaré para
siempre.
Hoy es el día para contemplar con los ojos del Espíritu como
Dios cumple su propósito en mi plenamente.
¡Señor, haz que la obra de tu gracia prospere en mí durante
este día! Que nada ni nadie detenga tu propósito por mi¡ Amén.
Charles Spurgeon.
Libro De Cheques Del Banco De La Fe.