La segunda venida del Señor Jesucristo:
Existen y circulan muchas profecías respecto al final de los días de este mundo, todas atrevidas y que fallaron estrepitosamente, las mas celebres, la de los Testigos de Jehová, y la de los Adventistas, profetizadas en varias oportunidades, hasta se dice que existe una que guarda celosamente el Vaticano, todas anti bíblicas. Nadie sabe con certeza el día y la hora, tan "solo el Padre". De que esta cerca, es mas que evidente, el profeta Daniel denomino a esta etapa, como "principio de dolores" y cada día me convenzo mas que este mundo va a un camino sin retorno...Como en los días de Noé las condiciones están dadas: La maldad se ha incrementado y día a día es mas perversa, los cánones naturales se han trastocado, dando paso a ideologías que desafían el orden natural del cosmos, las columnas vertebrales de la civilización: El matrimonio y la familia están siendo arrasadas, la piedad en el hombre ha desaparecido por el endurecimiento de los corazones, el alma humana esta siendo capturada por una avalancha de odio, contiendas, perversiones, vanidad, soberbia, y ansia de poder y de enriquecimiento de quienes sirven a los dictados y la maldad del "enemigo" que no tiene limite, Satanás se a encumbrado en los montes altos de este mundo y en las mentes de quienes lo gobiernan, la guerra espiritual esta dada...
Pedro Miqueas
Mateo 24- Biblia Reina-Valera Antigua
Referencias: Mr. 13.24-37; Lc. 21.25-36; 17.25-36; 12.41-48
24 Y SALIDO Jesús, íbase del templo; y se llegaron sus
discípulos, para mostrarle los edificios del templo.
2 Y respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? de cierto os
digo, que no será dejada aquí piedra sobre piedra, que no sea destruída.
3 Y sentándose él en el monte de las Olivas, se llegaron á
él los discípulos aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué
señal habrá de tu venida, y del fin del mundo?
4 Y respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.
5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el
Cristo; y á muchos engañarán.
6 Y oiréis guerras, y rumores de guerras: mirad que no os
turbéis; porque es menester que todo esto acontezca; mas aún no es el fin.
7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra
reino; y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares.
8 Y todas estas cosas, principio de dolores.
9 Entonces os entregarán para ser afligidos, y os matarán; y
seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.
10 Y muchos entonces serán escandalizados; y se entregarán
unos á otros, y unos á otros se aborrecerán.
11 Y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán á
muchos.
12 Y por haberse multiplicado la maldad, la caridad de
muchos se resfriará.
13 Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.
14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el
mundo, por testimonio á todos los Gentiles; y entonces vendrá el fin.
15 Por tanto, cuando viereis la abominación del asolamiento,
que fué dicha por Daniel profeta, que estará en el lugar santo, (el que lee,
entienda),
16 Entonces los que están en Judea, huyan á los montes;
17 Y el que sobre el terrado, no descienda á tomar algo de
su casa;
18 Y el que en el campo, no vuelva atrás á tomar sus
vestidos.
19 Mas ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos
días!
20 Orad, pues, que vuestra huída no sea en invierno ni en
sábado;
21 Porque habrá entonces grande aflicción, cual no fué desde
el principio del mundo hasta ahora, ni será.
22 Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne
sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
23 Entonces, si alguno os dijere: He aquí está el Cristo, ó
allí, no creáis.
24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y
darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible,
aun á los escogidos.
25 He aquí os lo he dicho antes.
26 Así que, si os dijeren: He aquí en el desierto está; no
salgáis: He aquí en las cámaras; no creáis.
27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se
muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre.
28 Porque donde quiera que estuviere el cuerpo muerto, allí
se juntarán las águilas.
29 Y luego después de la aflicción de aquellos días, el sol
se obscurecerá, y la luna no dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo,
y las virtudes de los cielos serán conmovidas.
30 Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el
cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del
hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria.
31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y
juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el
otro.
32 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama se
enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está cerca.
33 Así también vosotros, cuando viereis todas estas cosas,
sabed que está cercano, á las puertas.
34 De cierto os digo, que no pasará esta generación, que
todas estas cosas no acontezcan.
35 El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no
pasarán.
36 Empero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de
los cielos, sino mi Padre solo.
37 Mas como los días de Noé, así será la venida del Hijo del
hombre.
38 Porque como en los días antes del diluvio estaban
comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día que Noé
entró en el arca,
39 Y no conocieron hasta que vino el diluvio y llevó á todos,
así será también la venida del Hijo del hombre.
40 Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y
el otro será dejado:
41 Dos mujeres moliendo á un molinillo; la una será tomada,
y la otra será dejada.
42 Velad pues, porque no sabéis á qué hora ha de venir
vuestro Señor.
43 Esto empero sabed, que si el padre de la familia supiese
á cuál vela el ladrón había de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
44 Por tanto, también vosotros estad apercibidos; porque el
Hijo del hombre ha de venir á la hora que no pensáis.
45 ¿Quién pues es el siervo fiel y prudente, al cual puso su
señor sobre su familia para que les dé alimento á tiempo?
46 Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando su señor
viniere, le hallare haciendo así.
47 De cierto os digo, que sobre todos sus bienes le pondrá.
48 Y si aquel siervo malo dijere en su corazón Mi señor se
tarda en venir:
49 Y comenzare á herir á sus consiervos, y aun á comer y á
beber con los borrachos;
50 Vendrá el señor de aquel siervo en el día que no espera,
y á la hora que no sabe,
51 Y le cortará por medio, y pondrá su parte con los
hipócritas: allí será el lloro y el crujir de dientes.