11 VESTÍOS DE TODA LA ARMADURA DE DIOS, PARA QUE PODÁIS ESTAR FIRMES CONTRA LAS ASECHANZAS DEL DIABLO. 12 PORQUE NO TENEMOS LUCHA CONTRA SANGRE Y CARNE; SINO CONTRA PRINCIPADOS, CONTRA POTESTADES, CONTRA SEÑORES DEL MUNDO, GOBERNADORES DE ESTAS TINIEBLAS, CONTRA MALICIAS ESPIRITUALES EN LOS AIRES. 13 POR TANTO, TOMAD TODA LA ARMADURA DE DIOS, PARA QUE PODÁIS RESISTIR EN EL DÍA MALO, Y ESTAR FIRMES, HABIENDO ACABADO TODO. Efesios 6:11,13
Translate
6.25.2016
6.23.2016
Fuertes en Jesucristo
Quienes aun no superan situaciones amargas del pasado, encuentran en las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, un camino eficaz al descanso y al sosiego. Pablo nos exhorta así:
16 De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y si aún a Cristo conocimos según la carne, ahora sin embargo ya no le conocemos. 17 De manera que si alguno es en Cristo, son nueva creación; las cosas viejas pasaron; he aquí todo es hecho nuevo. 18 Y todo esto por Dios, el cual nos reconcilió a sí por Jesús el Cristo; y (nos) dio el ministerio de la reconciliación. 19 Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo a sí mismo, no imputándoles sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la Reconciliación. (2 Corintios 5:16,19)
Cuando se pierden fuerzas y voluntad, y nos ponemos en manos del Señor y Rey Jesucristo, nos transformamos y saciamos nuestra sed de vivir. La fuente de agua refrescante, nutritiva y limpia es la palabra de Dios. Y esta fe en la palabra verdadera, evita que las asechanzas del enemigo perturben la paz y resten fuerzas para alcanzar la salvación y la vida:
27 Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. 28 Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas (Mateo 11:27,29)
16 De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y si aún a Cristo conocimos según la carne, ahora sin embargo ya no le conocemos. 17 De manera que si alguno es en Cristo, son nueva creación; las cosas viejas pasaron; he aquí todo es hecho nuevo. 18 Y todo esto por Dios, el cual nos reconcilió a sí por Jesús el Cristo; y (nos) dio el ministerio de la reconciliación. 19 Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo a sí mismo, no imputándoles sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la Reconciliación. (2 Corintios 5:16,19)
Cuando se pierden fuerzas y voluntad, y nos ponemos en manos del Señor y Rey Jesucristo, nos transformamos y saciamos nuestra sed de vivir. La fuente de agua refrescante, nutritiva y limpia es la palabra de Dios. Y esta fe en la palabra verdadera, evita que las asechanzas del enemigo perturben la paz y resten fuerzas para alcanzar la salvación y la vida:
27 Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. 28 Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas (Mateo 11:27,29)
Por lo que nos revela en 2 Corintios 12:7,10:
7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase descomedidamente, me es dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera. 8 Por lo cual tres veces he rogado al Señor, que se quite de mí. 9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque (mi) potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré de mis flaquezas, para que habite en mí la potencia de Cristo. 10 Por lo cual me contento en las flaquezas, en las afrentas, en las necesidades, en las persecuciones, en las angustias por el Cristo; porque cuando soy flaco, entonces soy poderoso.
7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase descomedidamente, me es dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera. 8 Por lo cual tres veces he rogado al Señor, que se quite de mí. 9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque (mi) potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré de mis flaquezas, para que habite en mí la potencia de Cristo. 10 Por lo cual me contento en las flaquezas, en las afrentas, en las necesidades, en las persecuciones, en las angustias por el Cristo; porque cuando soy flaco, entonces soy poderoso.
Somos fuertes en Jesucristo, cuando somos débiles, porque su potencia y poder se evidencian.
Biblia Reina- Valera 1909
(pm)
Biblia Reina- Valera 1909
(pm)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)