Puedes tener defectos, vivir ansioso y estar irritado
algunas veces, pero no te olvides de que tu vida es la mayor empresa del
mundo. Solo tu puedes evitar que ella
vaya en decadencia. Hay muchas personas
que te precisan, admiran y te quieren.
Me gustaría que siempre recordaras que ser feliz no es tener
un cielo sin tempestades, caminos sin accidentes, trabajos sin cansancio,
relaciones sin decepciones.
Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las
batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.
Ser feliz no es solo valorar la sonrisa, sino también
reflexionar sobre la tristeza.
No es apenas conmemorar el suceso, sino aprender lecciones
en los fracasos.
No es apenas tener alegría con los aplausos, sino encontrar
alegría en el anonimato.
Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a
pesar de todos los desafíos, incomprensiones y períodos de crisis.
Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una
conquista de quien sabe viajar para dentro de su propio ser.
Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y
volverse un actor de la propia historia.
Es atravesar desiertos fuera de sí, y ser capaz de encontrar
un oasis en lo recóndito de nuestra alma.
Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida.
Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.
Es saber hablar de uno mismo.
Es tener coraje para oír un “NO”.
Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea
injusta.
Es besar a los hijos, mimar a los padres y tener momentos
poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran.
Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y
simple que vive dentro de cada uno de nosotros.
Es tener madurez para decir “me equivoqué”.
Es tener la osadía para decir “perdóname”.
Es tener sensibilidad para expresar “te necesito”.
Es tener capacidad de decir “te amo”.
Deseo que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para
ser feliz…
Que en tus primaveras seas amante de la alegría. Que en tus inviernos seas amigo de la
sabiduría.
Y, cuando te equivoques en el
camino, comiences todo de nuevo. Pues
así serás cada vez más apasionado por la vida.
Y descubrirás que… Ser feliz no es tener una vida perfecta
sino usar las lágrimas para regar la tolerancia. Usar las pérdidas para refinar la
paciencia. Usar las fallas para esculpir
la serenidad. Usar el dolor para lapidar
el placer. Usar los obstáculos para
abrir las ventanas de la inteligencia.
Jamás desistas. Jamás
desistas de las personas que amas.
Jamás desistas de ser
feliz, pues la vida es un espectáculo imperdible.
¡Y eres un ser humano especial!