1.- El cristianismo no nació de la nada, ya que como doctrina es la única que fue anunciada por profetas, existen más de 300 profecías acerca de la primera venida de Jesús.
Las principales profecías:
a.- La fecha exacta de su llegada (Daniel 9:25 - 27)
b.- Lugar exacto de su nacimiento (Miqueas 5:2)
c.- Nacer de una virgen (Isaías 7:14)
d.- Morir crucificado (Salmos 22:13 - 16)
e.- Resucitar de entre los muertos (Salmos 16:10)
Todas las demás religiones nacieron el día que las creó su fundador.
2.- Ningún de los fundadores de las religiones hoy existentes clamó ser o fue considerado Dios, excepto Cristo Jesús.
a.- Zacarías 2:10,11
"Canta y alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti," ha dicho Jehová. Y se unirán muchas naciones a Jehová en aquel día, y me serán por pueblo; y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti.
Juan 12:44,45 nos dice: Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió.
b.- Juan 20:28, 29
Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
3.- Jesús es el único que nunca pecó, y es el único que puede perdonar pecados.
Juan 8:42, 46 nos dice: “Jesús les contestó: Sí de veras Dios fuera su padre, ustedes me amarían, porque yo vengo de Dios y aquí estoy....... ¿Quién de ustedes puede demostrar que yo tengo algún pecado? Y si digo la verdad. ¿Por qué no me creen?”
Marcos 2:5, 7 nos dice: “Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados..... ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice: ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?”
4.- Cristo es el único camino a Dios, y el único que puede dar paz espiritual.
Juan 14:6 nos dice: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”
Mateo 11:28 (Jesús está hablando) nos dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados cargados, y yo os haré descansar. Llevar mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.”
5.- Cristo es el único que se levantó de entre los muertos
Juan 2:19, 21 nos dice: “Respondió Jesús y les dijo: Destruir este templo, y en tres días lo levantaré..... Más él hablaba del templo de su cuerpo.
Apocalipsis 1:17,18 nos dice: “.... No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.”
6.- Sólo Cristo tiene poder sobre los demonios
Marcos 1:23 - 27 nos dice: “Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces, diciendo: ¡Ah! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él! Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él. Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen?”
Mateo 7:22 nos dice: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Marcos 9:25 nos dice: “Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.
Lucas 9:49, 50 nos dice: “Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros. Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.
NOTA: El Cristianismo como “Religión” no salva a nadie. Somos salvos solamente por nuestra FE en Cristo Jesús.
Efesios 2:8,9 nos dice: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
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