Los parrones que a veces crecen al lado de los árboles de
roble se aferran a ellos durante las tormentas más feroces. Aunque el viento
los golpea, los zarcillos se agarran fuertemente a la corteza del árbol. Si la
vid está del lado opuesto al viento, el gran roble es su protección; si está en
el lado expuesto, el viento presiona la viña más de cerca.
Como cristianos, a veces estamos protegidos por Jesucristo,
mientras que otras veces nos permite exponernos para que seamos más presionados
con Él. Después de años de fidelidad, algunos cristianos se encuentran de
pronto muy probados y en profunda angustia, aparentemente sin razón. Están
sujetos a tremendas batallas con dudas, miedos e incredulidad. ¿A Jesucristo no
le importa cuánto sufren? Por supuesto que le importa. Pero Él tiene un
propósito especial en retener el alivio inmediato.
Cuando Dios le habló a satanás acerca de Job, lo describió
como "irreprensible y recto", uno que "mantiene su
integridad" (Job 1: 8; 2: 3). Dios sabía que podía confiar en que Job se aferraría
a Él sin importar nada. La fe perseverante de Job en medio de pruebas abrumadoras
refutaría el argumento de Satanás de que él servía a Dios solo porque Dios lo
bendijo.
El Señor puede tener un propósito similar en tu juicio.
Recuerda el ejemplo de Job. Aférrate a Dios.
Aunque las pruebas llegan, aunque los temores asaltan,
A través de pruebas apenas entendidas, Una verdad brilla
clara, no puede fallar
Mi Dios es justo y bueno. Amory Dixon
Jehová es mi luz y mi
salvación; ¿De quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿De quién he de
atemorizarme? Salmo 27:1
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