Odesa - Ucrania
La
devastación de varias ciudades en el este de Ucrania y de algunos templos durante el bombardeo, podría provocar algo que el presidente ruso Vladímir
Putin, no esperaba: "la unión y reconciliación de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana
fiel al Patriarcado de Moscú y la Iglesia Ortodoxa de Ucrania".
En el
convento San Miguel Arcángel de la ciudad portuaria de Odesa, la
abadesa "Seraphima" de la iglesia leal al Patriarcado de Moscú afirma que -Putin se ha convertido en el mismo "Satanás" y que "ha enterrado
su país" al lanzar la invasión contra Ucrania-.
La
influyente figura en Ucrania dice en una entrevista al interior del
monasterio, que "Putin decía antes de la guerra que protegería a la gente
del Patriarcado de Moscú en Ucrania, pero el resultado ahora es todo lo
contrario ya que muchas iglesias que pertenecen a Moscú han sido
destruidas".
Con una
mirada azul penetrante y ataviada completamente de negro, asegura sin sorber ni
siquiera el té que le han servido, que los fieles ortodoxos leales a Moscú se
han convertido también en unas "víctimas" de esta "terrible
guerra".
LAS
IGLESIAS, ¿AMIGAS O ENEMIGAS?
En 2019, el
patriarca ecuménico de Constantinopla "Bartolomé I" líder espiritual de los
cristianos ortodoxos del mundo, firmó el "tomos" (decreto) que
concedía la independencia a la Iglesia ucraniana tras más de tres siglos de su
dependencia del Patriarcado de Moscú, abriendo así un nuevo frente de
confrontación entre Moscú y Kiev.
Sin embargo,
la guerra de Putin parece haber abierto un frente totalmente opuesto en
Ucrania: el de la reconciliación.
"La
reconciliación no es ahora una cuestión prioritaria, ya que ahora hay caos, hay
muchos refugiados, muchos negocios que han quedado destruidos. Pero esta cuestión
estará sobre la mesa después, cuando haya paz", subraya la abadesa, que
recalca que no son "enemigos" de la iglesia ucraniana.
Respecto a Kiril, Seraphima, que es mitad rusa y ucraniana, le defiende al decir que "es muy difícil" la postura del patriarca porque "está bajo las armas de los soldados" rusos.
"Él no puede decir a Putin en su cara que es el diablo", señala la abadesa, que se sienta bajo una fotografía del patriarca de Moscú.
"El patriarca (Kiril) hace bien en no dar su opinión ni juzgar. Porque de repente, un día, puede morir", remarca."
PUTIN,
"EN LA MISMA LÍNEA QUE HITLER"
Seraphima
explica que Putin no llamó a su iglesia para preguntar antes de la invasión:
"No me sorprende, porque no nos escucha. Quizás no necesita a la
Iglesia".
"Él
(Putin) muestra a la gente que reza, que está en la iglesia, pero la usa. Antes
de la guerra, eso le funcionó. La gente creía que él era ortodoxo, pero ahora
están aterrorizados. Han visto cuál es su verdadero rostro", sostiene.
Y ahora a
Putin "la máscara se le ha caído" y se ve quién es realmente:
"un fascista, en la misma línea que Hitler", dice de manera tajante.
Pero lo que más le preocupa a la abadesa es la "rusofobia" que dé alas a una radicalización: "Advierto a todo el mundo que diga no a la rusofobia. Si los países occidentales siguen la política de las sanciones y de odio a Rusia será algo malo. Porque si vas contra Rusia y los rusos, la población rusa que está en contra de la guerra se unirá y luchará a favor de Putin".
Al otro lado de Odesa se sitúa la Iglesia de la Natividad donde el obispo Atanasio y nuevo cabecilla de la diócesis de la iglesia ucraniana de Odesa recuerda que están haciendo lo posible para intentar que ambas iglesias estén "unidas" durante la guerra.
"Estamos abiertos a la comunicación, al diálogo y no queremos luchar", reconoce, y añade que desde el inicio de la invasión, muchos obispos leales a Moscú han dejado de mencionar en los oficios al patriarca ortodoxo de Rusia, Kiril, que suscitó controversia por justificar la invasión al considerar que se combatía contra el "lobby gay".
Atanasio hace un llamamiento a la iglesia de Moscú en Ucrania: "Es momento de tomar una decisión, os podéis quedar como enemigos o dar un paso adelante y estar con nosotros".
UNA
TRANSFORMACIÓN
El profesor
de Lengua y Literatura Eslava de la Universidad de Kansas, Vitaly Chernetsky,
afirma que esa posible reconciliación entre las dos iglesias "no será
posible en el corto plazo al ser una traumática experiencia lo que se está
viviendo".
No obstante,
dice que hay una esperanza gracias a que parte del clero del patriarcado de
Moscú está en contra de la guerra, aunque apunta que aún es "una
minoría".
"Hay
esperanza, sobre todo en esa pequeña minoría que tiene una brújula de la moral
y ven lo que ocurre. Son gente en el clero, más liberales".
Igualmente
el experto se ve sorprendido para bien por la posición que han tomado algunos
de los fieles a la iglesia de Moscú: "Esto significa que hay una
evolución, un cambio en su identidad y en su compresión de lo que está pasando
con la guerra"
Chernetsky, concluye aseverando que hay una "gran
transformación" dentro de las iglesias ucranianas.
"La
historia está sucediendo frente a nuestros ojos y esto va muy rápido",
concluye.
Isaac J.
Martín
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