11 VESTÍOS DE TODA LA ARMADURA DE DIOS, PARA QUE PODÁIS ESTAR FIRMES CONTRA LAS ASECHANZAS DEL DIABLO. 12 PORQUE NO TENEMOS LUCHA CONTRA SANGRE Y CARNE; SINO CONTRA PRINCIPADOS, CONTRA POTESTADES, CONTRA SEÑORES DEL MUNDO, GOBERNADORES DE ESTAS TINIEBLAS, CONTRA MALICIAS ESPIRITUALES EN LOS AIRES. 13 POR TANTO, TOMAD TODA LA ARMADURA DE DIOS, PARA QUE PODÁIS RESISTIR EN EL DÍA MALO, Y ESTAR FIRMES, HABIENDO ACABADO TODO. Efesios 6:11,13
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12.27.2017
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11.26.2017
11.25.2017
11.24.2017
El afán y la ansiedad
El siguiente párrafo, ha sido extraído de la carta que dejó una joven estudiante peruana de 23 años, que fue empujada al suicidio bajo la alienación mental del enemigo y la presión del mundo...
“Mami, perdón por no lograr tus metas, en estos momentos estoy logrando lo que siempre quise, ya no estar aquí, vende todo lo que gané con mis malas decisiones, sal de esa casa y quiere mucho a Kisha, la voy a extrañar”.
(Mt. 6.25-34)
25 Por tanto os digo: No os congojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, ó que habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es la vida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido?
26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni
siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No
sois vosotros mucho mejores que ellas?.
27 Mas ¿quién de vosotros podrá, congojándose,
añadir á su estatura un codo?
28 Y por el vestido ¿por qué os congojáis? Reparad
los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan;
29 Mas os digo, que ni aun Salomón con toda su
gloria fué vestido así como uno de ellos.
30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es
echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más á vosotros, hombres
de poca fe?
31 No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, ó
qué beberemos, ó con qué nos cubriremos?
32 Porque los Gentiles buscan todas estas cosas: que
vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester.
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su
justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
34 Así que, no os congojéis por el día de mañana;
que el día de mañana traerá su fatiga: basta al día su afán.
11.13.2017
Falsos profetas y falsos maestros
2 Pedro 2 Biblia Reina-Valera 1960
1 Pero hubo también
falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que
introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que
los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.
2 Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los
cuales el camino de la verdad será blasfemado,
3 y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras
fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su
perdición no se duerme.
4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino
que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser
reservados al juicio;
5 y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé,
pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el
mundo de los impíos;
6 y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de
Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de
vivir impíamente,
7 y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de
los malvados
8 (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada
día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos),
9 sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y
reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio;
10 y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en
concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío.
Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades
superiores,
11 mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y en
potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor.
12 Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como
animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia
perdición,
13 recibiendo el galardón de su injusticia, ya que tienen
por delicia el gozar de deleites cada día. Estos son inmundicias y manchas,
quienes aun mientras comen con vosotros, se recrean en sus errores.
14 Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de
pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la
codicia, y son hijos de maldición.
15 Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo
el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad,
16 y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia
de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta.
17 Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas por la
tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para siempre.
18 Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con
concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían
huido de los que viven en error.
19 Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de
corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo
venció.
20 Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las
contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo,
enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor
que el primero.
21 Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino
de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo
mandamiento que les fue dado.
22 Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El
perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.
10.19.2017
10.01.2017
9.22.2017
9.20.2017
EL FIN DEL MUNDO
Mateo 24 Reina-Valera Antigua
24 Y SALIDO Jesús, íbase del templo; y se llegaron sus
discípulos, para mostrarle los edificios del templo.
2 Y respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? de cierto os
digo, que no será dejada aquí piedra sobre piedra, que no sea destruída.
3 Y sentándose él en el monte de las Olivas, se llegaron á
él los discípulos aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué
señal habrá de tu venida, y del fin del mundo?
4 Y respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.
5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el
Cristo; y á muchos engañarán.
6 Y oiréis guerras, y rumores de guerras: mirad que no os
turbéis; porque es menester que todo esto acontezca; más aún no es el fin.
7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra
reino; y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares.
8 Y todas estas cosas, principio de dolores.
9 Entonces os entregarán para ser afligidos, y os matarán; y
seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.
10 Y muchos entonces serán escandalizados; y se entregarán
unos á otros, y unos á otros se aborrecerán.
11 Y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán á
muchos.
12 Y por haberse multiplicado la maldad, la caridad de
muchos se resfriará.
13 Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.
14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el
mundo, por testimonio á todos los Gentiles; y entonces vendrá el fin.
15 Por tanto, cuando viereis la abominación del asolamiento,
que fué dicha por Daniel profeta, que estará en el lugar santo, (el que lee,
entienda),
16 Entonces los que están en Judea, huyan á los montes;
17 Y el que sobre el terrado, no descienda á tomar algo de
su casa;
18 Y el que en el campo, no vuelva atrás á tomar sus
vestidos.
19 Mas ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos
días!
20 Orad, pues, que vuestra huída no sea en invierno ni en
sábado;
21 Porque habrá entonces grande aflicción, cual no fué desde
el principio del mundo hasta ahora, ni será.
22 Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne
sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
23 Entonces, si alguno os dijere: He aquí está el Cristo, ó
allí, no creáis.
24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y
darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible,
aun á los escogidos.
25 He aquí os lo he dicho antes.
26 Así que, si os dijeren: He aquí en el desierto está; no
salgáis: He aquí en las cámaras; no creáis.
27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se
muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre.
28 Porque donde quiera que estuviere el cuerpo muerto, allí
se juntarán las águilas.
29 Y luego después de la aflicción de aquellos días, el sol
se obscurecerá, y la luna no dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo,
y las virtudes de los cielos serán conmovidas.
30 Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el
cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del
hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria.
31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y
juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el
otro.
32 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama se
enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está cerca.
33 Así también vosotros, cuando viereis todas estas cosas,
sabed que está cercano, á las puertas.
34 De cierto os digo, que no pasará esta generación, que
todas estas cosas no acontezcan.
35 El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no
pasarán.
36 Empero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de
los cielos, sino mi Padre solo.
37 Mas como los días de Noé, así será la venida del Hijo del
hombre.
38 Porque como en los días antes del diluvio estaban
comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día que Noé
entró en el arca,
39 Y no conocieron hasta que vino el diluvio y llevó á
todos, así será también la venida del Hijo del hombre.
40 Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y
el otro será dejado:
41 Dos mujeres moliendo á un molinillo; la una será tomada,
y la otra será dejada.
42 Velad pues, porque no sabéis á qué hora ha de venir
vuestro Señor.
43 Esto empero sabed, que si el padre de la familia supiese
á cuál vela el ladrón había de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
44 Por tanto, también vosotros estad apercibidos; porque el
Hijo del hombre ha de venir á la hora que no pensáis.
45 ¿Quién pues es el siervo fiel y prudente, al cual puso su
señor sobre su familia para que les dé alimento á tiempo?
46 Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando su señor
viniere, le hallare haciendo así.
47 De cierto os digo, que sobre todos sus bienes le pondrá.
48 Y si aquel siervo malo dijere en su corazón Mi señor se
tarda en venir:
49 Y comenzare á herir á sus consiervos, y aun á comer y á
beber con los borrachos;
50 Vendrá el señor de aquel siervo en el día que no espera,
y á la hora que no sabe,
51 Y le cortará por medio, y pondrá su parte con los
hipócritas: allí será el lloro y el crujir de dientes.
9.19.2017
9.14.2017
Mirad que nadie os engañe...
Mateo
24 -Biblia Reina Valera 1602 -
24
Y salido Jesús, íbase del templo; y se llegaron sus discípulos, para mostrarle
los edificios del templo.
2
Y respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? de cierto os digo, que no será
dejada aquí piedra sobre piedra, que no sea destruída.
3
Y sentándose él en el monte de las Olivas, se llegaron á él los discípulos
aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu
venida, y del fin del mundo?
4
Y respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.
5
Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y á muchos
engañarán.
6
Y oiréis guerras, y rumores de guerras: mirad que no os turbéis; porque es
menester que todo esto acontezca; más aún no es el fin.
7
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá
pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares.
8
Y todas estas cosas, principio de dolores.
9
Entonces os entregarán para ser afligidos, y os matarán; y seréis aborrecidos
de todas las gentes por causa de mi nombre.
10
Y muchos entonces serán escandalizados; y se entregarán unos á otros, y unos á
otros se aborrecerán.
11
Y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán á muchos.
12
Y por haberse multiplicado la maldad, la caridad de muchos se resfriará.
13
Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.
14
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, por testimonio á
todos los Gentiles; y entonces vendrá el fin.
15
Por tanto, cuando viereis la abominación del asolamiento, que fué dicha por
Daniel profeta, que estará en el lugar santo, (el que lee, entienda),
16
Entonces los que están en Judea, huyan á los montes;
17
Y el que sobre el terrado, no descienda á tomar algo de su casa;
18
Y el que en el campo, no vuelva atrás á tomar sus vestidos.
19
Mas ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos días!
20
Orad, pues, que vuestra huída no sea en invierno ni en sábado;
21
Porque habrá entonces grande aflicción, cual no fué desde el principio del
mundo hasta ahora, ni será.
22
Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por
causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
23
Entonces, si alguno os dijere: He aquí está el Cristo, ó allí, no creáis.
24
Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes
y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible, aun á los escogidos.
25
He aquí os lo he dicho antes.
26
Así que, si os dijeren: He aquí en el desierto está; no salgáis: He aquí en las
cámaras; no creáis.
27
Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente,
así será también la venida del Hijo del hombre.
28
Porque donde quiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las
águilas.
29
Y luego después de la aflicción de aquellos días, el sol se obscurecerá, y la
luna no dará su lumbre, y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes de los
cielos serán conmovidas.
30
Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces
lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre que vendrá
sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria.
31
Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán sus escogidos de los
cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro.
32
De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama se enternece, y las hojas
brotan, sabéis que el verano está cerca.
33
Así también vosotros, cuando viereis todas estas cosas, sabed que está cercano,
á las puertas.
34
De cierto os digo, que no pasará esta generación, que todas estas cosas no
acontezcan.
35
El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.
36
Empero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi
Padre solo.
37
Mas como los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre.
38
Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo,
casándose y dando en casamiento, hasta el día que Noé entró en el arca,
39
Y no conocieron hasta que vino el diluvio y llevó á todos, así será también la
venida del Hijo del hombre.
40
Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado:
41
Dos mujeres moliendo á un molinillo; la una será tomada, y la otra será dejada.
42
Velad pues, porque no sabéis á qué hora ha de venir vuestro Señor.
43
Esto empero sabed, que si el padre de la familia supiese á cuál vela el ladrón
había de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.
44
Por tanto, también vosotros estad apercibidos; porque el Hijo del hombre ha de
venir á la hora que no pensáis.
45
¿Quién pues es el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su
familia para que les dé alimento á tiempo?
46
Bienaventurado aquel siervo, al cual, cuando su señor viniere, le hallare
haciendo así.
47
De cierto os digo, que sobre todos sus bienes le pondrá.
48
Y si aquel siervo malo dijere en su corazón Mi señor se tarda en venir:
49
Y comenzare á herir á sus consiervos, y aun á comer y á beber con los
borrachos;
50
Vendrá el señor de aquel siervo en el día que no espera, y á la hora que no
sabe,
51
Y le cortará por medio, y pondrá su parte con los hipócritas: allí será el
lloro y el crujir de dientes.
9.12.2017
9.07.2017
Idolatria
Jeremías 10 Reina-Valera (RVA)
10 OID la palabra que Jehová ha hablado sobre vosotros, oh
casa de Israel.
2 Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las gentes, ni
de las señales del cielo tengáis temor, aunque las gentes las teman.
3 Porque las ordenanzas de los pueblos son vanidad: porque
leño del monte cortaron, obra de manos de artífice con azuela.
4 Con plata y oro lo engalanan; con clavos y martillo lo
afirman, para que no se salga.
5 Como palma lo igualan, y no hablan; son llevados, porque
no pueden andar. No tengáis temor de ellos; porque ni pueden hacer mal, ni para
hacer bien tienen poder.
6 No hay semejante á tí, oh Jehová; grande tú, y grande tu
nombre en fortaleza.
7 ¿Quién no te temerá, oh Rey de las gentes? porque á tí
compete ello; porque entre todos los sabios de las gentes, y en todos sus
reinos, no hay semejante á ti.
8 Y todos se infatuarán, y entontecerán. Enseñanza de
vanidades es el mismo leño.
9 Traerán plata extendida de Tarsis, y oro de Uphaz; obrará
el artífice, y las manos del fundidor; vestiránlos de cárdeno y de púrpura:
obra de peritos es todo.
10 Mas Jehová Dios es la verdad; él es Dios vivo y Rey
eterno: á su ira tiembla la tierra, y las gentes no pueden sufrir su saña.
11 Les diréis así: Los dioses que no hicieron los cielos ni
la tierra, perezcan de la tierra y de debajo de estos cielos.
12 El que hizo la tierra con su potencia, el que puso en
orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su prudencia;
13 A su voz se da muchedumbre de aguas en el cielo, y hace
subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia,
y saca el viento de sus depósitos.
14 Todo hombre se embrutece y le falta ciencia; avergüéncese
de su vaciadizo todo fundidor: porque mentira es su obra de fundición, y no hay
espíritu en ellos;
15 Vanidad son, obra de escarnios: en el tiempo de su
visitación perecerán.
7.29.2017
Que sería de mí...
Salmos 124 –B. Reina-Valera
1 A no haber estado Jehová por
nosotros,
Diga ahora Israel;
2 A no haber estado Jehová por
nosotros,
Cuando se levantaron contra
nosotros los hombres,
3 Vivos nos habrían tragado
entonces,
Cuando se encendió su furor
contra nosotros.
4 Entonces nos habrían inundado
las aguas;
Sobre nuestra alma hubiera pasado
el torrente;
5 Hubieran entonces pasado sobre nuestra
alma las aguas impetuosas.
6 Bendito sea Jehová,
Que no nos dio por presa a los
dientes de ellos.
7 Nuestra alma escapó cual ave
del lazo de los cazadores;
Se rompió el lazo, y escapamos
nosotros.
8 Nuestro socorro está en el
nombre de Jehová,
Que hizo el cielo y la tierra.7.24.2017
UN TRABAJO DE TODA LA VIDA
Cuando el Señor es nuestro maestro, siempre hay algo nuevo y asombroso por descubrir.
el fotógrafo Ansel Adams dijo en una oportunidad: “Algunas veces voy a lugares justo cuando Dios está listo para que alguien haga clic en el disparador de la cámara”. He experimentado momentos como este en mis viajes, pero son regalos especiales del Señor. Con mayor frecuencia sucede lo contrario. Se necesita tiempo para tomar una buena fotografía. La persona que la toma debe estar en el lugar correcto, y esperar hasta que la luz sea perfecta. El resultado final puede parecer fácil, pero lograr esa foto exige habilidades adquiridas a lo largo de toda una vida. He estado captando imágenes durante décadas, y todavía estoy aprendiendo cosas nuevas cada vez que estoy detrás del lente.
La Biblia nos enseña al igual que la fotografía, que la vida cristiana no es algo que se llega a dominar totalmente.
Nacer de nuevo no es la meta final de nuestra fe; es donde comienza una relación con el Señor. Desde el momento que recibimos a Cristo como nuestro Salvador, comenzamos a crecer y a desarrollarnos, y este proceso permanente es una de las mayores bendiciones de ser un hijo de Dios. Él nos ama demasiado como para dejarnos donde estamos, y cada día nos ofrece la oportunidad de aprender algo nuevo acerca del Señor y de vivir más cerca del centro de su voluntad. Algunas lecciones son fáciles de aprender, mientras que otras requieren algo de dolor y de sacrificio para entenderlas. Sin embargo, todas ellas son necesarias si queremos ser más como Cristo, “el autor y consumador de la fe” (He 12.2).
“¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios!”, escribe el apóstol Pablo. “¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” (Ro 11.33). En vez de sentirnos desanimados por esto, recordemos que este es un motivo de regocijo porque —cuando el Señor es nuestro maestro— siempre hay algo nuevo y asombroso por descubrir.
7.22.2017
El nombre de nuestro Señor Jesucristo sea exaltado en todo el Perú
Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es
invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos
caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré
su tierra. 2 Crónicas 7:14
7.19.2017
Amaos los unos a los otros
Honra a los verdaderos hermanos en Jesucristo Rey.
Romanos 12:10
Si usted está consagrado al amor fraternal, es obvio que
usted les dará preferencia a los demás creyentes. Eso quiere decir que usted
tendrá una genuina humildad y no tendrá "más alto concepto de sí que el
que debe tener" (Ro. 12:3; vea también Fil. 2:3). También significa que
usted dará honra a sus hermanos en Cristo y tomará la iniciativa de ponerlos en
primer lugar.
No halagará a otro creyente simplemente con la esperanza de
que lo halague a usted también o para congraciarse con él. Más bien le
expresará sincero aprecio, respeto y amor como un hermano en la fe y miembro de
la familia de Dios.
Gracia a vosotros
6.05.2017
Las bendiciones de la incompetencia
Pablo nunca afirmó que era capaz de
lograr todo lo que Dios lo llamó a hacer. Simplemente aprendió a mirar más allá
de su propia incompetencia, a la competencia de Cristo. Si adoptamos la misma
práctica, podremos descubrir las bendiciones ocultas en nuestras experiencias
de incompetencia.
Nuestra insuficiencia nos lleva a
Dios. Cuando
nos damos cuenta de que una situación es más grande de lo que podemos manejar,
nos apresuramos a abrir la Biblia y orar en busca de orientación y poder.
La incompetencia nos libera de la
carga de tener que luchar con nuestras propias fuerzas. El Señor nos tiene justo donde
nos quiere, sin nada que podamos ofrecer.
La incompetencia lleva a la
dependencia del poder divino. Nunca seremos competentes hasta que recurramos
al poder del Espíritu Santo. Él hace en nosotros y a través nuestro lo que Dios
nunca quiso que hiciéramos con nuestras propias fuerzas.
Al utilizar personas poco capaces,
Dios demuestra cuán grandes cosas puede hacer. El Señor se deleita escogiendo
a personas que no prometen nada, para realizar sus propósitos. No hay límite a
lo que Él puede hacer por medio de alguien dispuesto a darle el control total.
El sentimiento de incompetencia
desafía nuestra fe. Pablo
dice: “Nuestra competencia proviene de Dios” (2 Co 3.5). Quienes se
enfocan en la fiabilidad de esta promesa y dan un paso de obediencia, crecerán
en la fe.
¿Por qué sufrir el temor, la presión
y la frustración que acompañan los sentimientos de insuficiencia, cuando hay
una alternativa? Deje que el Señor le haga competente: confíe en Él, y
permítale vivir en y a través de usted.
Dr. Charles Stanley
5.30.2017
5.25.2017
5.23.2017
5.10.2017
5.05.2017
4.29.2017
4.24.2017
4.23.2017
Dios es nuestro amparo
1 1 Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro
pronto auxilio en las tribulaciones.
2 Por tanto
no temeremos aunque la tierra sea removida; aunque se traspasen los montes al corazón
de la mar.4.14.2017
Lecciones del Getsemaní
Cuando el sufrimiento parezca insoportable, ¿quién mejor que
el Varón de Dolores al que acudir?
La manera como queremos que sea la vida, y lo que realmente
es, son dos cosas muy diferentes. Hay algo dentro de nosotros que anhela que
todo funcione sin problemas y de manera cómoda. Podemos tener momentos o
incluso períodos así, pero al final enfrentaremos situaciones que nos causarán
dolor, desesperación y dificultades. El sufrimiento en la vida es inevitable,
pero nuestra respuesta al mismo es una opción.
¿Dónde acudir en momentos como estos? Hay muchas opciones,
pero he descubierto que lo único confiable es la Palabra de Dios. La Biblia —el
manual de Dios para la vida— nos enseña cómo responder a cada circunstancia. Es
el único recurso verdaderamente suficiente para cualquier necesidad que
enfrentemos. De todos los personajes de la Biblia, solo hay uno que nunca pecó:
Jesús; Él actuó siempre de acuerdo con la voluntad del Padre, aun cuando el
resultado implicaba un gran sufrimiento. Al examinar cómo manejó el sufrimiento
nuestro Salvador, comprenderemos mejor de qué manera debemos reaccionar antes
momentos similares.
La razón del sufrimiento
Una de las primeras lecciones que aprendemos del trayecto de
Jesús a la cruz tiene que ver con la razón del dolor y la aflicción. A lo largo
de los siglos, la gente ha luchado con esta cuestión, pero el sufrimiento de
Cristo nos enseña por qué la aflicción es una realidad permanente en el mundo.
Debemos recordar que todos sufrimos por causa del pecado. La
transgresión se originó en el huerto del Edén cuando Adán y Eva desobedecieron
a Dios. A partir de ese punto en adelante, la Tierra ha estado bajo maldición,
y todos los seres humanos hemos nacido con una naturaleza de pecado. Es por eso
que tenemos enfermedades, muerte, desastres naturales, accidentes, violencia y
dificultades de toda clase. La intensidad del sufrimiento de Cristo en la cruz
demuestra la gravedad y el alcance de lo que está mal en el mundo y en las
personas. Tenemos la tendencia a pensar solo en el dolor insoportable de su
crucifixión, pero la mayor agonía de Jesús no fue física. Cuando fue colgado en
la cruz, el pecado de toda la humanidad fue puesto sobre Él para sufrir la ira
de Dios (1 P 2.24). No podemos siquiera imaginar tal sufrimiento. El pecado
puesto sobre Cristo fue tan grande que el Padre le dio la espalda —por primera
y única vez, Dios Padre y Dios Hijo estuvieron separados (Mt 27.46). Realmente,
nadie ha sufrido más de lo que Jesús sufrió. Pero eso era lo que se requería
para reconciliar a la humanidad caída con el Señor.
Los beneficios del sufrimiento
Aunque a nadie le gusta el sufrimiento, Dios lo usa para
enseñarnos. Hay algunas lecciones que no podemos aprender de ninguna otra
manera —cosas acerca del Señor, de nosotros mismos y de otras personas. Las
aflicciones son también purificadoras. Hacen que nos examinemos a nosotros
mismos para ver las actitudes, los pensamientos o los pecados que Dios quiere
quitar de nosotros, de modo que podamos ser utilizados totalmente por Él. La
aflicción y las dificultades son también muy motivadoras. A veces, es la única
manera que tiene el Señor de hacernos más obedientes. Como un padre que nos
ama, Él sabe que la disciplina y la corrección son necesarias para nuestro crecimiento
espiritual. El sufrimiento también quita las distracciones que nos impiden
cultivar una relación más profunda con el Señor. Cuando todas estas cosas son
quitadas, venimos al Padre con las manos vacías y descubrimos una intimidad con
Él que nunca habríamos conocido sin el dolor.
Las respuestas al sufrimiento
Mientras estemos en este mundo, enfrentaremos dolores y
dificultades. Al igual que Jesús, tendremos noches oscuras en nuestro propio
Getsemaní, pero Cristo nos dio el ejemplo de cómo reaccionar cuando la voluntad
de Dios incluya más dolor del que pensábamos que éramos capaces de soportar (Mt
26.36-46).
En tiempos de sufrimiento, podemos luchar en oración. Cuando
el terror de lo que le esperaba cayó sobre Jesús esa noche, inmediatamente
recurrió a su Padre. Su agonía no fue causada por renuencia a cumplir con el
propósito de Dios —morir en la cruz fue la razón por la que había venido al
mundo. Lo que aterraba a Jesús era la separación de su Padre. Es por eso que
oró diciendo: “Si es posible, pase de mí esta copa” (Mt 26.39).
A diferencia de las luchas que enfrentó Cristo, las nuestras
a menudo implican una renuencia a obedecer la voluntad de Dios, o la
incertidumbre en cuanto a lo que Él está haciendo. Cuando el dolor es tan
intenso, lo único que queremos es sentir alivio. Pero, aunque seguimos pidiendo
quedar libres de nuestro sufrimiento, Dios se mantiene silencioso y nada
cambia. Aunque parezca como si a Él no le importara, el Señor está demostrando
su amor al utilizar nuestro sufrimiento para enseñarnos, purificar nuestro
corazón, motivar la obediencia y profundizar nuestra relación con Él. Él
responderá nuestras oraciones, pero solo en su tiempo y a su manera. Mientras
tanto, nos confortará y nos fortalecerá, como hizo con Jesús en el huerto de
Getsemaní.
Aunque parezca como si a Él no le importara, el Señor está
demostrando su amor al utilizar nuestro sufrimiento para profundizar nuestra
relación con Él.
La lucha terminará solo cuando nos sometamos al Señor. Jesús
fue a su Padre tres veces, preguntando si habría otra manera de lograr la
redención de la humanidad; sin embargo, cada vez terminaba su petición con
estas palabras: “Pero no sea como yo quiero, sino como tú” (Mt 26.39). Por
tercera vez, supo que esta era la única manera. Fue entonces cuando su lucha
terminó, y su determinación por llevar a cabo la voluntad del Padre se hizo más
fuerte: “Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no me avergoncé; por eso
puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado” (Is 50.7).
No puedo recordar cuántas veces me he levantado de la cama
en medio de la noche, caído de rodillas, y clamado a Dios. Pero sé
efectivamente cuando termina la lucha —cuando digo finalmente: “Señor, me
rindo. Que se cumpla tu deseo, no el mío”. Mis circunstancias no han cambiado,
el dolor sigue allí, pero mi sometimiento al Señor me ha dado las fuerzas y
la confianza para soportar cualquier circunstancia que Él haya permitido.
No podemos escapar de la aflicción y de la adversidad, pero
sí podemos elegir la manera en que reaccionaremos ante ellas. Si nos indignamos
o nos resentimos, si culpamos a otros, si tratamos de manipular nuestra manera
de salir de la situación, o si resistimos a Dios, nuestro sufrimiento habrá
sido en vano. Pero el Señor quiere que confiemos en Él en medio de nuestra
angustia. Cuando nos rendimos a su voluntad, sabiendo que Él la está utilizando
para lograr algo grande en nuestra vida, nos dará la gracia para soportar y ser
más semejantes a Cristo.
(Charles Stanley)
4.13.2017
4.09.2017
Hablad verdad...
Zacarias 8:16,17
16 Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad
cada cual con su prójimo; juzgad en vuestras
puertas verdad y juicio de paz:
17 Y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su
prójimo, ni améis el juramento falso: porque todas estas son cosas que
aborrezco, dice Jehová.
4.06.2017
No os conforméis
Romanos 12:2 - Biblia Reina Valera 1909
Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
3.21.2017
El tribunal de Cristo
2 Corintios 5:10 Reina-Valera 1960
10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante
el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho
mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
Vida eterna
Juan 3:16-36 Biblia Reina Valera
36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
3.18.2017
3.15.2017
3.12.2017
No os embriaguéis...
Efesios 5: 11,18 - Biblia Reina Valera 1960
11 Y no participéis en las
obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;
12 porque vergonzoso es aun
hablar de lo que ellos hacen en secreto.
13 Mas todas las cosas,
cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la
luz es lo que manifiesta todo.
14 Por lo cual dice:
Despiértate, tú
que duermes,
Y levántate de los
muertos,
Y te alumbrará
Cristo.
15 Mirad, pues, con
diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
16 aprovechando bien el
tiempo, porque los días son malos.
17 Por tanto, no seáis
insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
18 No os embriaguéis con
vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,
3.08.2017
2.22.2017
Cuan grande es El...
Fantástica interpretación del grupo vocal Home Free del clásico “How Great Thou Art” sin instrumentos, sólo con sus voces. El resultado es realmente mágico.
Cuan grande es EL
Señor, mi Dios, al contemplar los cielos,
El firmamento y las estrellas mil.
Al oír tu voz en los potentes truenos
Y ver brillar al sol en su cenit.
Coro:
Mi corazón se llena de emoción.
"Mi corazón, entona esta canción"
Cuan grande es Él. Cuan grande es Él.
Mi corazón se llena de emoción.
Cuan grande es Él. Cuan grande es Él.
Al recorrer los montes y los valles
Y ver las bellas flores al pasar.
Al escuchar el canto de las aves
Y el murmurar del claro manantial.
Cuando recuerdo del amor divino,
Que desde el cielo al Salvador envió.
Aquel Jesús que por salvarme vino,
Y en una cruz sufrió y por mi murió.
Cuando el Señor me llame a su presencia,
Al dulce hogar, al cielo de esplendor.
Le adoraré, cantando la grandeza
De su poder y su infinito amor.
2.16.2017
El vacío interior
Salmo 16.11
Por: Dr. Charles Stanley
En público, la mayoría de las personas parecen felices y
confiadas. Pero, en el fondo, muchas se sienten vacías. En realidad, se puede
estar en medio de una gran multitud y sentirse solo.
Muchos no le ven ningún significado o propósito a la vida. Y
tratando de vencer el vacío, algunas personas trabajan y trabajan, otras se
vuelven a las drogas o el alcohol, y otras se empeñan en tener más dinero,
poder o sexo.
Hay una razón que explica la sensación de vacío en la vida:
Dios creó al hombre con un anhelo que solo Él puede satisfacer. La persona no
puede sentirse satisfecha hasta experimentar el amor transformador e
incondicional del Señor. Jesús dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para
que la tengan en abundancia” (Jn 10.10). Es decir, Dios desea que nos sintamos
completos; lo cual solo se logra por medio de una relación con Él.
No obstante, una persona salva puede sentirse vacía. A veces
es el resultado de la desobediencia; un ligero desvío en nuestro caminar con el
Señor puede convertirse después en un estilo de vida. También es posible que un
cristiano viva conforme a la Palabra de Dios, pero no haya rendido totalmente
sus deseos a Dios. Por ejemplo, muchos cristianos tratan de llenar su vacío con
riquezas, éxitos o relaciones. Pero cuando a esos deseos se les da mayor
prioridad que al Señor, se convierten en una forma de idolatría.
Solamente cuando buscamos a Dios por encima de todo lo
demás, podemos vivir en plenitud. Ore pidiendo que Él le dé su dirección para
escudriñar su corazón. Confiésele cualquier pecado o idolatría, y pídale que
llene su vida como solo Él puede hacerlo.
1.02.2017
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