Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la
Deidad.
Colosenses 2:9
Si consideráramos este mundo como una dimensión de tiempo y
espacio, entonces una caja cerrada pudiera representarlo, con Dios fuera de la
caja. Es imposible que la humanidad escape de la caja porque, por definición,
lo natural no puede entrar en lo sobrenatural. Lo que está confinado al tiempo
y al espacio no puede escapar a la eternidad ni a lo infinito.
Como hay algo dentro del hombre que anhela saber lo que hay
fuera de la caja, él inventa deidades, que es la forma en la que proliferan las
religiones. Las distintas religiones se convierten en una extensión del deseo
del hombre de escapar de su caja, pero el anhelo del hombre de trascender la
caja no puede resolverse porque él está confinado a la caja por su propia
naturaleza.
¿Hay una forma de escapar de esa caja? Sí, las buenas
noticias son que hay una manera, y es por medio de Cristo. El cristianismo
reconoce que usted no puede salir de su caja, pero proclama que Dios ha
invadido la caja desde afuera. Jesucristo ha entrado en su mundo para mostrarle
cómo puede morar con Dios para siempre. ¿No aceptará su invitación?
De Gracia a Vosotros
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