El triunfo o fracaso en nuestra vida esta ligado a nuestro
interactuar con la palabra, en las decisiones que tomamos. De hecho, las
buenas decisiones son fuerte ancla de nuestras victorias, pero ¿cómo podemos
tomar buenas decisiones? o ¿Cómo sabemos que es una buena decisión?
Las decisiones y nuestras actitudes de respuesta a todo lo que nos rodea esta estrechamente ligado al triunfo o fracaso. Pero muchas veces se nos olvida que el éxito no siempre es lo que aparentemente me favorece. Tenemos una mala percepción de la realidad, no podemos concluir que mi éxito podría ser la realización de mi deseo.
Indudablemente Dios es quien tiene el control y sólo el sabe lo que puede favorecer nuestras vidas, pues muchas veces, por muy inteligentes que seamos no sabremos cual es la mejor decisión en un caso determinado, pues nuestra humanidad nos lleva siempre a mover la balanza a lo que es supuesta mente a nuestro favor o a la de los nuestros, sin poder visualizar las consecuencias futuras y el riesgo que corre nuestra Fe y nuestra vida.Pero nuestro Dios si sabe cual es la decisión correcta, y la actitud o respuesta que debemos dar en cada caso que se nos presente en la vida.
De modo que todo se resume
en "Pedir a Dios lo que necesitamos".Las decisiones y nuestras actitudes de respuesta a todo lo que nos rodea esta estrechamente ligado al triunfo o fracaso. Pero muchas veces se nos olvida que el éxito no siempre es lo que aparentemente me favorece. Tenemos una mala percepción de la realidad, no podemos concluir que mi éxito podría ser la realización de mi deseo.
Indudablemente Dios es quien tiene el control y sólo el sabe lo que puede favorecer nuestras vidas, pues muchas veces, por muy inteligentes que seamos no sabremos cual es la mejor decisión en un caso determinado, pues nuestra humanidad nos lleva siempre a mover la balanza a lo que es supuesta mente a nuestro favor o a la de los nuestros, sin poder visualizar las consecuencias futuras y el riesgo que corre nuestra Fe y nuestra vida.Pero nuestro Dios si sabe cual es la decisión correcta, y la actitud o respuesta que debemos dar en cada caso que se nos presente en la vida.
Pero cuando se trata de pedir a Dios, muchos anteponen sus pensamientos y voluntad, pues ignoran que nuestro entorno y todo lo que existe esta regido por la Voluntad de Dios, de modo que en El esta la respuesta correcta o el recurso que necesitamos.
No pretendamos edificar con nuestras propias herramientas y voluntad, construyamos mas bien, sujetándonos a la voluntad excelente de Nuestro Dios Bendito.
Vayamos en fe al que tiene los mejores caminos preparados para los que confían en El.
Hay quienes no obtuvieron respuesta de Dios, incluso piensan que Dios no esta interesado en dar o responder nuestras oraciones, leamos lo que dice este texto bíblico.
Y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. 1 Juan 5:14-15
La palabra de Dios garantiza que recibimos lo que pedimos, sólo lo que está en su voluntad.
Esto
garantiza nuestra petición a Dios y da por hecho lo que hemos pedido.
Es decir que lo que pido, recurso u orientación, lo tengo por mi oración.
Lo invisible se convierte en realidad por mi oración.
Siempre y cuando esté en su voluntad. Es decir que lo que pido, recurso u orientación, lo tengo por mi oración.
Y lo más importante es que si no recibimos lo que pedimos, es un indicio de que de otorgárnoslo nos llevaría al error y al fracaso.
Es decir que mi oración tiene doble propósito: conocer lo que esta en la voluntad de Dios al no recibir respuesta y obtener lo que necesito para lograr mis triunfos o victorias si pido conforme a su voluntad.
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